ENTRANDO EN EL FLUJO DE LO REAL /Por Roberto Manzano
ENTRANDO EN EL FLUJO DE LO REAL La poesía de Valentín Enrique García es hija de la naturaleza y las circunstancias. Por una parte el temperamento apasionado y reflexivo que lo caracteriza y por otra la rica sensibilidad educada bajo el continuo ejercicio de la lectura, lo inclinan favorablemente al apotegma y la ficción, a la elaboración subjetiva de la realidad. El segmento histórico que ha vivido, complejo, saturado de encontrados acontecimientos, ha sometido su condición humana a grandes pruebas, que han modelado definitivamente su carácter y visión del mundo. De costados tan vigorosos, decisivos en la configuración de una mentalidad, nace su poesía, situacional y espontánea, de raigal vocación humanista. Autodidacta, con un hambre pantagruélica por aprender, amante de la perfección, pero también de las improntas que no demandan pulimento, proclive al examen de ambientes, al análisis de las acciones de los sujetos, según una veta narrativa que cultiva con asiduidad, al plasmar