A ESE DÍA NUESTRO FUERA DE LOS CALENDARIOS. ANTONIO ARROYO SILVA
A
ESE DÍA NUESTRO FUERA DE LOS CALENDARIOS
Dice
el crítico Jorge Rodríguez Padrón que toda poesía debe tener una base de
religión, entendiendo dicho término a partir los dos étimos latinos que
constituyen esa palabra: religare (unir
lo que estaba roto) y relegere (leer
de nuevo o leer con la memoria de lo escrito a lo largo de todo el proceso de
la poesía desde su génesis a la actualidad). Esta religión, cuyo fin ya no es
la simple comunicación con la comunidad humana, sino una suerte de comunión
total con la misma, aparece claramente a lo largo de Poesía para el único día nuestro, este poemario de Odalys Interián
recientemente galardonado con el Premio «Dulce María Loynaz» de Poesía.
Escribir
es un acto de fe para Odalys que va desde el más profundo desasosiego por el
desarraigo y el exilio, pasando por una crisis de valores ya en el lugar de
acogida y llegando (cómo no) a la esperanza que solo se puede hallar en Dios y
en el amor. Una especie de ascesis muy propia de la poesía de Odalys Interián
que la diferencian de las demás poéticas del mismo tema y localización
geográfica e histórica y, por ende, la singularizan, le dan su sello de
autenticidad. Sin entrar en cuestiones de ortodoxia o heterodoxia cristiana,
sino en hechos estrictamente poéticos, me atrevería a afirmar que este Dios de
nuestra poeta no es el de los dogmas, sino que tiene mayor similitud (y sus
diferencias) con el concepto de Dios que refleja Rainer Maria Rilke en El libro de horas. Dicho con mis
palabras: «el dios de los dejados de la
mano de dios». Así pues, todo el poemario transcurre como si de un libro de
horas u oraciones se tratara. Ese intimismo, esa utilización de la primera
persona del singular (sujeto lírico directo), apoyan lo dicho. También ese
dios-lector que completaría el acto de la creación poética.
Poesía
para el único día nuestro no
solo revela el drama del exilio cubano (interior y exterior), sino que este se
prolonga a la memoria universal del ser humano a través de esta poeta llamada
Odalys Interián. Sin embargo, teniendo en cuentas que los límites de los
géneros en la literatura actual (conscientemente) no están delimitados, los
poemas de este libro jamás entran en la nostalgia muy común de trazar lo épico
(tampoco lo ideológico), pues jamás abandonan el sentimiento lírico y mucho
menos el sentido del poema. Así, Interián logra armar una simbología propia
relativas al dolor – que parece ser el
eje temático de la obra –. Singularidad
no desvinculada de esa memoria histórica y poética.
Poesía para el único
día nuestro, es un libro sobre ese temblor de la
Humanidad ante el miedo y el dolor (que aquí se concretan en exilio y diáspora)
del que hablaba Jacques Derrida en su artículo «El temblor» leído póstumamente
por su viuda en una sesión de la UNAM. El único día nuestro puede ser el de
nuestra vida, de nuestra muerte, de nuestro amor, que son las tres heridas de
Miguel Hernández.
Por
último, hay que destacar, por supuesto, que Odalys Interián se manifiesta como
poeta insular y, aunque no esté en Cuba por las razones expresadas, ahí están
la añoranza y el desgarramiento de salir de esa isla-madre. Si nuestro poeta
canario Pedro García Cabrera decía «Un
día habrá una isla/que no sea un silencio amordazado. / Que me entierren en
ella, / donde mi libertad dé sus rumores/ a todos los que pisen sus orillas», encuentren ustedes esa isla, mujer, madre, fe,
destino y esperanza llamada Poesía para
el único día nuestro.
Antonio Arroyo Silva.
Premio Hispanoamericano de Poesía, 2018.
ANTONIO ARROYO
SILVA
NOTA
BIBLIOGRÁFICA:
Antonio Arroyo
Silva. Nacido en Santa Cruz de La Palma en 1957, es Licenciado en Filología
Hispánica por la Universidad de la Laguna. Ha sido colaborador de revistas como
Artymaña, La Menstrua Alba (de Canarias), Zurgai (de Bilbao), La palabra y el
Hombre (Veracruz, México) y de medios digitales como la revista de la Sociedad
de Escritores de Chile, Cinosargo, Neotraba, en la prensa local, sobre todo en
Diario de Avisos. Ha publicado libros de poemas: Las metamorfosis (1991,
Edición del Cabildo de La Palma, en cuaderno Azul), Esquina Paradise (El Vigía
Editora, 2008), Caballo de la luz (El Vigía Editora, 2010), Symphonia (Idea,
2012), No dejes que el arquero (Col. Instante Estante, Brasil, 2012), Sísifo
Sol (NACE, 2013), Subirse a la luz. Antología esencial 1982.2014,
(español-rumano), col BU, OHC, Rumanía 2014, Poética de Esther Hughes. Primera
aurora (NACE 2015), Mis íntimas enemistades (NACE 2016), Ardentía (col. faro de
La Puntilla, Mercurio, Madrid, 2017), Fila cero (NACE, 2018) y Bahía borinquen,
Idea-Aguere, 2019.Las plaquettes Material de nube (Barcelona,2012) y Un paseo
bajo los flamboyanes (2012). En ensayo, La palabra devagar (Idea-Aguere 2012).
Ha participado en la antología de prosa poética Pincelada de relatos, en
Barcelona editada por el grupo Órbita Literaria, Un libro por Haití, editado
por Teresa Delgado, en la Antología de Miguel Hernández, con motivo de la
celebración del centenario del poeta Miguel Hernández, El grupo de La Palma,
2011. Álbum de Poesía. Mundial 2014 (Brasil), Galaxias, NACE 2013, entre
otras. Ha participado en el Festival
Internacional de Poesía Encuentro 3 Orillas (Tenerife 2009), en el Homenaje de
Poetas del Mundo a Miguel Hernández (junio de 2010) y en un encuentro de
escritores alemanes e hispanohablantes en Berlín, "XX Cita en Berlín
2016". Es miembro de REMES (Red de escritores Mundiales en Español) y de
la Nueva Asociación Canaria de Escritores (NACE). Ganador del “Premio
Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez 2018” por Las horas muertas.
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