Poemas de Darián Fonseca Interián.
I
En el día que llueve
caen rocas felices.
El aire que navega en mis manos
me hace crecer
lentamente.
Aquella mirada que observa
las aves que caminan en el sol.
Los troncos que vuelan
entre mis ojos y mi cabeza
haciéndose más jóvenes.
II
La palabra azul de la lluvia
me destruye el miedo.
los pájaros que
bailan entre las sombras mudas.
El futuro que pasa volando
entre mí ser y mi vista.
El cielo amarillo que viene a mí trae fuego feliz
nube, pájaros, ayeres.
III
La mariposa que quiere que adivine
qué estrella ilumina mi mente
parada en los abismos de las nubes muertas.
Ahí yo deletreaba
las almas que me buscan
para ver cómo se nombran
a los planetas tristes.
IV
La noche mareada
que deslumbra las flores tristes.
V
Los peces del día saltan ciegos.
La vela que bebe la oscuridad
encadenada
entre la furia
y mi alegría.
V
El mar que
investiga las sombras
que brincan en
los frutos de los árboles
que están
enroscados a los días.
VI
El mar que rompe las cadenas del ayer muerto
quiere robar las sombras que cuidan
mi voz ronca por las luces
que controlan mi conciencia.
Las aves que bailan en la tierra de las sombras
lloran por las estrellas del mar de la fantasía.
Las estrellas que viajan en lo más oscuro de mi alma.
El libro negro que guarda las grietas de los árboles
que buscan el cielo rojo que sabe de mi debilidad
el cuadro que lleva dentro mi ser.
Mi alma festeja las promesas
las mariposas que bailan
en mis ojos llenas de fuego.
El pañuelo que limpia mi furia
por los hombres que torturan
las aguas que enseñan a la alegría.
I
El sol que nada en mi sangre fría y sin esperanzas
pero la consuela el aire del invierno
que no puede alimentar su alma llena de heridas
con cara de burlas y sombras naranjas.
II
La lluvia me encadena en un mar de sangre
dónde mis palabras se destruyen
allí llueve candela del cielo
rompiendo el corazón de la soledad
y mis párpados con sed
y mis relámpagos
hacen que se calmen
y se derritan.
La flor amarilla de la tarde
se duermen en los ojos de la lluvia.
III
Truena en mi sombra
los peces que saltan en la tarde
rompen mi corazón y mi silencio.
El barco que viaja en un agua rota
pero alegre
que quiere ser amiga de una Palma.
Rosa con cuernos y con alas
La aguja rota lloraba y lloraba
fuego con sal
porque la Palma no lo aceptó.
Vino un colibrí con alas de piedra
y quiso su amistad
cantaba como violín y trompeta
aquel colibrí de alas de piedra
cantaba el Reino de las espinas rojas
que esperan la llegada de las almas congeladas
que le dio ira a la llegada de la alegría.
Darían Fonseca
Interián. La Habana, Cuba. Nació el 10 de septiembre del 2011. Actualmente
cursa el tercer grado en primaria. Los textos que aquí compartimos son sus
primeros acercamientos a la poesía y pertenecen a un libro que está en proceso
de publicación.
De familia de poetas, qué hermoso , besitos, Darián.
ResponderEliminarEres extraordinario Darían, me gusta el perfil que manifiestas con un potencial de escritor. Felicitaciones y éxitos!
ResponderEliminarSorprende esta poesía de Darián. Es una poesía sin edad, como debe ser. Mi admiración y mis mejores deseos.
ResponderEliminarAgradecida por sus comentarios, bendiciones a todos.
ResponderEliminarQuerido Darían: Dios quiso poner en ti la continuidad de tu padre y tu abuela paterna. Te ha dado un corazón muy grande que abarca los mas profundos sentimientos y una mente muy amplia para poder atesorar el arte en todo el esplendor de la palabra. Eres ya un gran poeta y un pensador profundo. A tu corta edad te expresas con la profundidad de un pensador experimentado y tu sensibilidad te hace acreedor del titulo de poeta.
ResponderEliminarUn abrazo mi niño querido. Que Dios te siga bendiciendo!!!!
Doria Garcia Albernaz