ESE AGUJERO NEGRO QUE NOS ABSORBE / por José Hugo Fernández
ESE AGUJERO NEGRO QUE NOS ABSORBE Hace unos pocos años, el memorable poema de Dylan Thomas No entres dócilmente en esa buena noche (Do not go gentle into that good night), obró como leitmotiv de una película sobre cierta expedición terrícola que se proponía explorar el interior de un agujero negro. De tal modo, unas siete décadas después de haber sido escrito, el poema en cuestión seguía renovando sus potentes destellos al convertir en tropo de la muerte el más ininteligible y atemorizador misterio del universo. Dramatizada, cantada o declamada desde las culturas más remotas, la muerte ha sido envuelta pródigamente en todo tipo de figuras literarias, tantas como diversas son las formas de percibirla por los humanos. Desde el miedo -que es con amplia ventaja su mayor ascendente-, hasta ...