Poemas de Julia Peña
EL ÁNGEL DE LOS GATOS Para Lilliam Moro Hay en el acto de cerrar las ventanas una soledad intrínseca la búsqueda de una protección más allá del hecho en sí mismo. Afuera, la noche y el frío forman una sola oscuridad revelándonos la verdad de lo que somos aunque corramos las cortinas por no verlo. Hoy me quedé mirando y te imaginé caminar por las aceras. El paso torpe, pero rápido un gorro cubriendo tu cabeza las manos ateridas y un propósito: alimentar una vez más a un gato hambriento. He recordado otras noches no tan lejanas en el tiempo el gélido morir de los días el invierno horadando nuestra piel. Invoqué al Guardián de los Relojes para que diera marcha atrás por un instante de modo que pudiera yo seguirte en ese ritual de compasión. No importa cuantas noches más me queden por cerrar estas ventanas o tal vez otras pues no tengo raíces en los pies. Pero siempre...