ALARGAR EL INSOMNIO Y OTROS POEMAS DE OSMARI REYES GARCÍAS.
ALARGAR EL INSOMNIO
Me atrevo a tocar lo que existe.
Elijo los restos que se anidan al final del día
para armar un camino hacia la noche.
Me decido a continuar siendo el que se detiene en el
mejor instante
(el segundo perfecto que no ha de repetirse),
donde olvidamos la muerte que seduce
y comienza a responder o deslumbrarnos
con las palabras que describen la nada o el universo.
Mil veces prefiero el silencio entre cuatro paredes,
la señal de que se avecina la hora de regresar al
comienzo,
el espacio para protestar,
resistirse,
armar el final nunca antes pactado.
Me convoco en noches como estas para perdonarme,
para emerger desde la dispersión donde me mantengo a
salvo,
para asomarme desde el fondo de la soledad que
compartimos
y alargar el insomnio que cerrará la puerta.
PON EN MÍ OTRA VESTIDURA
Pon en mí otra vestidura,
otra forma de acompañar a la pared
que recién derrumbada
retoña.
Pon en mi sombra tu mandato.
Alumbra los rincones indescifrables hasta el fondo de
la espera.
Advierte los días que arrancas de mí sin miramientos.
Señala el después que se levanta (desde antes)
porque no puedo saberlo,
soy ciego desde el primer día,
desconozco la ayuda que me ofreces,
me rehúso a aceptar que comenzará la lluvia.
Destilas de las cosas comunes
y sólo elijo argumentos
para ser diferente (o parecerlo).
Cuando dispare la última de mis flechas,
la que guardaba para la ocasión propicia,
la que nunca vendí a pesar del hambre;
cuando la memoria prescinda de los detalles que
cayeron en silencio
para enturbiar el sueño,
pon en mí otra vestidura.
Posee de mí,
más que mis culpas que asumiste tuyas,
(al menos) lo que pueda darte.
Otra vez olvidaba que es absurdo dormir
mientras el fuego consume lo irreal que palpan
nuestras manos.
Es absurdo ofrecer
lo que perdido entre la hierba
comienza a conquistar el eco.
Porque no encuentro otra fuerza que se asome a verme:
pon en mí otra vestidura,
no la higuera que arranqué al despertar escaso un día
cualquiera
con apenas suciedad en mi mirada.
PARA LLEGAR TEMPRANO
¿Cómo saber del aliento,
de la verdad que renuncia a borrar mi espera?
Otro anuncio es esta suerte.
Otra simple seducción a la intemperie que me devuelve
acaso
sólo el deseo de ser incienso
y ser otro intento
y ser sólo otro.
La ebriedad recién estrenada en estas lides
guarda al tiempo que mudó sus plumas para retoñar
sobre la misma melancolía.
Si me quedé sin otro rostro para la subasta.
Si me quedé sin la piel bajo el aguacero.
Si la espuma me sorprende bajo juramento,
me escondo en la renuncia
para llegar temprano
a los lugares donde ya nos vimos.
Del libro: La temporada del hombre, finalista en el
concurso de poesia Dulce María Loynaz 2019.
Sin pausas
para quemar los días que lloran enjaulados
sus dulces despedidas
sus últimas canciones
sin que medie la palabra voraz que nos descubre
sin masticar las causas
sin distinguir las largas razones
sin confundirnos con alianzas avisadas
con la desconfianza que al final perdona
nosotros
lluvia en el lodo
indocumentados
con el deseo que crece y sale de las sombras
comemos del mismo plato
la espera
Aquí en cualquier sitio
el lugar que ocupara tu retrato
la densa niebla que desprendes
la victoria al alcance de la mano
nada dices del color de las cosas
que se repiten
con tu voz que llega de cualquier camino
apenas pide ayuda
apenas habla de la muerte que conoces
aquí en cualquier sitio
me asomo a verte sobre el césped
estás entre los que han vuelto para alargar la noche
Vestigios
del tiempo que se escapa heredando la distancia
de los sorbos de muerte que tomamos o dejamos
el eco se va alejando
y nadie puede apresarlo entre sus redes
mientras intento heredar las huellas
que quedan a nuestro paso
las marcas que esperan a ser descubiertas
me cuesta arrastrar el día
pasar la página cargada de fragmentos
invocar otra mañana
donde colgar mi ropa a que se escurra
permanezco en el mismo sitio que gira
me quedo a ver el mundo con sus ventanales
duermo el rato que se lamenta
acaricio la cotidiana distancia que nos une
alguna forma de vida extraña ha sido descubierta
intentando plagiar nuestras costumbres
vivo algún sueño que me lleva a la vasta llanura
en mis ratos libres
no sé con quién me encuentro cuando estoy a solas
quiero mirar para afuera mientras pueda
sentir algún descontento
hacer formal mi queja cuando estemos a la mesa
pero ya nada alcanzo
la noche da sus primeros pasos hacia la jornada
incierta
donde estaré mañana a estas horas azuladas
con la sed que hiere el pecho desconfiado
y la semejante habilidad de desnudarnos
Con el pincel sobre el lienzo
dibuja silencios
extrañas criaturas diurnas
calla en cada trazo
habla en las figuras multiformes y desgarradas
simula que no carga una herida invisible
un dolor que calma con el pincel sobre el lienzo
deja una fracción de sí en cada cuadro que examina
para retocar
sin que lo noten
arrastra otro grillete en la noche que no cesa
ríe
Hemos acordado
enterrar la memoria colectiva
en algún lugar remoto
inhabitado
incompatible
traficar lo poco que queda de los tiempos pasados
felices
deseables
caminar con el temor de quien camina arrastrando
los pasos distantes
infinitos
vivir el minuto
ajeno que precede
a una muerte desconocida
indescifrable
retomar el hábito de olvidar
los pactos
las alianzas
todo lo que una vez nos hizo ser nosotros
luego nos arrepentiremos
desafiantes
y vendrán nuevos acuerdos
¿hasta cuándo estará vigente este pacto de olvidar los
pactos?
es difícil deshacer alianzas
perpetuar el segundo
permanecer callados
Sobre el autor
Osmari Reyes García (Caridad 2, Mayarí, Cuba,
1972). Poeta y haijin. Finalista en el
Premio de Poesía Dulce María Loynaz
(EE.UU, 2018 y 2019). Recibió mención en el Premio David de la UNEAC
(Cuba, 2019). Tercer lugar en el Tercer
Premio Literario Internacional Letras de Iberoamérica (México, 2019). Tercer
Premio en el Concurso Internacional de Poesía El Mundo lleva alas (EE.UU,
2019). Figura en antologías poéticas en Argentina, España y EE.UU. Finalista en
el VI Concurso Literario de Haikus "Al claro de la luna", España
(2020), así como en el V Certamen Literario de Haikus "Jorge Luis
Borges" España (2020). Segundo Premio en el IV Concurso Internacional de
Haiku La Luna Roja Cuba (2020). Tiene publicado el poemario Los días que
descienden sobre nosotros para habitarnos, Avant Editorial (España, 2020).
Textos suyos han aparecido en publicaciones periódicas de Argentina, Chile,
Cuba, España, EE.UU, México, Uruguay, Perú y Venezuela.
La poesía que nos salva, será en todo tiempo compañera y escudo, almohada y espada, agua y sombra.
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