SIETE POEMAS EN HOMENAJE A EUNICE ODIO. POR LA CUBANA ODALYS INTERIÁN. XXII ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS
que no me llamen, porque estoy bajando al fondo de mi pequeñez, a la raíz complacida de mi sombra Eunice Odio Que no me llamen la muerte está en su muerte. La luz no es más que una profundidad llena de vigilia y barro un pozo de agua amarga donde crezco /semilla. Que me lleve la luz en su locura. Que me lleven los odios el frío eco de esas voces en su forzosa caravana. Aquí empieza mi soledad en este pórtico /en este aislamiento. Que no me llamen estoy como las rosas desordenando el aire bajo el escombro silencioso de la luz en la viviente soledad rozada por el agua en su última alabanza. Atrás quedan los golpes los fingimientos la lujuria sellada de la vida. ¿A dónde vamos, compañero, sin nada al sol? Vamos a la sagrada forma que no duerme jamás; al atareado aroma solita